Como os contábamos en la entrada del blog de la semana pasada, la primera de las playas del norte de España, durante el mes de agosto fuimos a buscar localizaciones haciendo un viaje un poco más largo de lo habitual.
Este vídeo es la segunda entrega de la zona de costa de Cantabria y Asturias. Podéis ver el primero aquí.

Os contamos también, que durante una semana estuvimos recorriendo distintas zonas del norte de España, tanto de costa como de montaña, buscando bonitas localizaciones para poder hacer sesiones los próximos meses con diferentes entornos naturales. En este vídeo podréis ver algunas de las joyas de nuestra geografía que nos dejaron con la boca abierta.

Playas paradisíacas absolutamente desiertas sin signo alguno de la presencia del hombre, sin construcciones ni basura, tremendamente limpias. Un paisaje de difícil acceso, cambiante al ritmo de las mareas que nos permitió grabar y fotografiar algunos de los lugares más bonitos que habíamos visto.

Durante los dos únicos días del viaje en los que hizo buen tiempo en lazona de costa, nos dedicamos a recorrer algunas de sus playas, y el segundo día, que es el que os mostramos a en esta entrada, quedamos tan impactados como el primero. Ver lugares así ni cansa, ni aburre, simplemente te deja siempre con ganas de más, deseando prepararlo todo para poder volver a hacer las sesiones y por supuesto, cuando el trabajo me lo permita, ir de vacaciones.

Como el día anterior, había que entrar en estas playas con la marea baja, ya que con marea alta se hacen menos accesibles. El mar, llega a subir 2 metros con marea alta. Igual que el día anterior, el mar estaba excepcionalmente tranquilo. Tras un buen tramo andando por un camino de montaña, llegamos a una playa enorme, en la que tampoco hubo nadie durante horas y donde la sensación de paz era constante. Nuevamente parecía que estábamos en otro mundo, pero esta vez, un mundo de cuento, de ciencia ficción.

Tan impactante o más que las playas del día anterior, estas no tenían nada que ver. Completamente diferentes tanto en forma como en color de agua, siempre transparente como pocas, y muy calmada. Las formaciones puntiagudas, parecen sacadas de una película.
A medida que íbamos avanzando por la playa, todo resultaba más sorprendente. Realmente no sabes a dónde dirigir la cámara porque absolutamente todo es increiblemente estético. Cada vez que haces una foto, estás dejando de hacer otras 1000 que has visto y mientras las vas haciendo una a una, eres consciente de que no vas a poder hacerlas todas, pero te acaba dando igual porque en cada foto o vídeo, te sumerges tanto en lo que estás haciendo y dónde lo haces, que la sensación de disfrute es máxima. Eufória absoluta. Esa sensación me encanta.

Jugando con la edición de fotos, se pueden obtener imágenes interesantes, como de película de ciencia ficción. No es necesario recurrir al 3D para crear un entorno épico.

Mientras subía la marea, como en las playas del día anterior, el paisaje no dejaba de cambiar. Y otra vez me volví loco haciendo fotos y grabando videos. Podéis ver el video aquí.

Al atardecer, el sol se pone husto delante, en el mar, y el espectáculo aumenta aún más. No importa la hora, ni el estado de la marea o el mar. Estas playas son increibles.

Finalmente, estas playas tambien están perfectamente orientadas con respecto al recorrido que hace el sol, lo que nos permitirá hacer grandes fotos en las sesiones que estamos planeando hacer allí los próximos meses.

Esperamos que disfrutéis de las imágenes.