Sesión en el dentista

MARIO

Esta sesión ha sido muy interesante, porque por un día nos hemos metido literalmente en la piel de un dentista. Teníamos todo un consultorio a nuestra disposición y todo el instrumental.

Al principio una chica de la clínica nos explicó exactamente para qué servía cada cosa y cómo se utilizaba, por un lado, nos ayudó mucho a no equivocarnos a la hora de hacer las fotos y por otro, es interesante que te expliquen todas esas cosas que ves cada vez que vas al dentista, pero que nunca supiste para qué servían.

Como siempre, hemos tenido problemas técnicos que han dificultado un poco el trabajo, uno de ellos, era que la consulta era muy pequeña y con todo el equipo fotográfico que teníamos, era un poco difícil moverse.

Pero al final, como siempre, hemos superado las dificultades, aprendiendo cosas interesantes y nos hemos reido un rato entre foto y foto.

TONI

Cuando me ofrecieron la clínica dental, cosa que agradezco enormemente, nos pusimos a trabajar inmediatamente. Debido a la escasa disponibilidad, tuvimos menos de una semana para prepararlo todo. Me acerqué a la clínica unos días antes para ver los posibles escenarios y poder preparar la sesión con mayor precisión. Compramos ropa y material médico de todo tipo, y escribí todo lo que se me ocurrió para la sesión.

El principal problema que encontramos fue el espacio. Evidentemente, el box de un dentista no está diseñado para dar cabida a los flashes de un fotógrafo y, aunque estaba bien para su función, era una tortura para iluminar. Los flashes estaban muy cerca y la luz era algo dura, además se reflejaba en las superficies de cristal haciendo las tomas mucho más difíciles y esos cristales, que eran verdes, teñían las caras de las modelos dejando una dominante verde pero irregular. Aparte de eso, era difícil tomar las distancias adecuadas para conseguir desenfoques agradables con lo que teníamos que estar en posiciones muy incómodas, forzando mucho las tomas.

Algunas de estas situaciones algo forzadas fueron cómicas y sirvieron para relajar bastante el ambiente entre risas, en una sesión que fue técnicamente estresante.

Al final, conseguimos 31 fotos que se han empezado a vender muy bien. A este ritmo, estimo que obtendremos beneficios después de un año y medio de ventas.